de signos y designios

A ocho días de la muerte del Papa, las noticias aún insisten en recordarle... es curioso, el sábado que falleció hizo un viento fortísimo por estos rumbos, consecuencia de algún frente frío quizás pero raro para esa fecha... coincidencia o incidencia no lo sé, pero en fin, descanse en paz ese que, digan lo que digan, representa sin duda uno de los grandes personajes del siglo XX, una figura engrandecida por todo el movimiento mediático a su alrededor y por un cristianismo católico que a mi parecer, tendrá que esperar mucho tiempo para tener un líder de la injerencia e importancia de Juan Pablo II, en fin...... se me olvidó mencionar que al fin los Jaguares de Chiapas ganaron... 2 a 0 a las Chivas y en su propia casa... mis sinceras condolencias a los tapatíos por tan grande derrota jejeje... ¡Venga Jaguares!, que esperamos por acá que Quirarte, el nuevo director técnico del equipo chiapaneco, logré un cambio positivo en su equipo y vuelvan aquellos partidos enervantes en el estadio... se extrañan esos buenos juegos bajo el gran sol del sureste mexicano con cerveza en mano (muchas para ser exacto) y el corazón naranja en la boca... Qué puedo hacer si como dice Alejandro Sanz, tengo el corazón partío... porque a mi nadie me quita lo Puma eh!? y Hugo, que digan lo que digan, sabemos que lo engreído no se te quitará pero que coño, lo haz hecho bien tío! ¡Como no te voy a quereeer.... jeje, al final de todo, ambos son felinos no?... aaah!, que grande y hermoso es el futból...... Regresando a las noticias de mi vida... el viento aquel sábado 2 de abril trajo hasta mi puerta buenos augurios... esa tarde, una charla de esas memorables con mi viejo... más noche, billar con un amigo, un par de cervezas y el gusto de ganar 4 de 6 juegos! como me gusta el billar... de ahí al karaoke, a cantar, beber y bailar un rato, en la Taberna Española... reafirmé que eso del canto no es lo mío, definitivamente!... pero también comprobé que los milagros si ocurren... durante esa velada se me presentó uno con ojos verdes y una sonrisa tímida capaz de dejar sin aliento a cualquiera... ¿qué puedo decir? Gracias por aceptar bailar conmigo, por confiar en mí para llevarte a casa y por esas siguientes 3 salidas inolvidables... Chiapa de Corzo al día siguiente resultó enorme... Me gusta escapar de la ciudad en fin de semana, cuando tengo tiempo libre... huir de las plazas y el concreto, y de lo rutinario de la ciudad... respirar aire fresco... Chiapa de Corzo queda a 17 km. de Tuxtla (donde vivo)... una ciudad colonial hermosa y llena de quietud, que por su gran número de monumentos históricos forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación... ese día comimos en una cenaduría en pleno parque... Tasajo con tostadas, frijoles de la olla y cebollas asadas... un verdadero manjar de reyes... quizá algo parecido cenaban los reyes chiapanecas antes de la llegada de los españoles allá por el 1500... aaah! el placer de comer y de la buena compañía... gracias de nuevo... Fue un buen fin de semana aquel... De ahí a trabajar... resolver los pendientes, hacer llamadas, ir aquí, ir allá, juntas, trabajo, trabajo y más trabajo... hasta el miércoles... la noche de ese día fui a casa de Nayeli por lo de su cumpleaños... al abrir su puerta, sus ojos denotaban desesperación, a su padre de 71 años le estaba dando un infarto... una noche intensa: miedo, nervios, ambulancia, lágrimas, impaciencia, oraciones, el burocrático y pésimo trato del hospital público y sus imbéciles prácticantes (al menos los de ahí), coraje, incertidumbre, paciencia forzada... en fin... un buen susto nos dió Don Xavi esa noche... hoy afortunadamente se encuentra estable aunque sigue en observación en el hospital... pero ya mejor... Es en ese tipo de momentos en que uno reflexiona sobre la transitoriedad de la vida y en los asuntos de la señora Muerte... al menos esa noche meditaba yo sobre ello... reafirmé la idea de disfrutar más de la vida y sus infinitas posibilidades, simplemente jalarse el aire a los pulmones y dejarse fluir... gozar del placer de tener un corazón latiendo... disfrutar la naturaleza, las pequeñas ciudades, la buena compañía de unos ojos verdes en un mirador de la ciudad, desde allí donde las luces de todo el lugar allá abajo, se asemejan a un luminoso árbol navideño que a la mañana siguiente nos depara sorpresas asombrosas... en eso ocupaba yo mis pensamientos... en aprovechar lo más de este mi pequeño universo sureño... de mi familia, de los viejos amigos y los nuevos por igual, del trabajo y las noches de cantos desafinados, de mis libros, de un buen partido de futból y las idas al cine, de mis tazas de café y de esas escapadas a ciudades o pueblos cercanos... o a los miradores hasta las 3 de la mañana... donde uno se estaciona y el tiempo no existe más... desaparece del espacio y los relojes... porque todo es paz, esperanza, buena compañía... la de uno mismo... porque ahí es donde caben mis quizás, donde disfruto de mi tierra sin prisas... y del aire en mis pulmones y de la sangre recorriéndome las venas... donde lo veo todo literalmente desde arriba... tranquilo... a pesar de todo... a pesar de lo que hablan los diarios y a pesar de la misma muerte y sus avisos...... allí arriba me siento a gusto... con mi certeza de que todo estará bien...... pase lo que pase...
(¿Será cierto eso de que la muerte existe?, ¿No será que ya estamos muertos y esto acaso es sólo un sueño? en serio... puede ser... quizá la vida es sólo eso... un bello sueño de muertos que tienen miedo a despertar, porque creen que si despiertan, dejaran de ver y sentir la belleza que se dibuja al interior de sus párpados fríos y oscuros, cada vez que muere una estrella y renace un sol -y hasta una galaxia entera- en forma de caracol...)

"En serio"

Te digo en serio que la muerte no existe. De pronto lo descubres. Cuando el pedazo de carbón no es más madera quemada sino carbón a solas, lleno de sí mismo, con su propia vida; cuando la corteza del árbol o la hoja desprendida flota sobre el arroyo, y la piedra en el fondo junto a los caracoles crece mansamente; el agua llena de tantas cosas minúsculas, llena de luz, de música, de insectos destruidos, de zancudos cristianos caminando sobre su superficie; el agua que se bebe la sombra de los árboles; el ganado a su orilla, las quietas vacas en el viento, el viento quieto como una transparencia; toda la tarde, todo el concierto, la armonía, el deslumbrante misterio que estaba allí a tu alcance, tan sencillo y tan simple. Y tú dentro de todo, con todo en ti mismo. Te digo que sólo la vida existe.

Jaime Sabines