domingo, agosto 29, 2004

¿Y si ...?

(escrito ayer sábado por la noche, en la soledad de mi habitación, al abrigo de la luna llena...)

Hoy alguien me decía que talvez lo que sucede es que tu y yo no nacimos en el momento adecuado... ese momento preciso que hace que las personas sean como almas gemelas, como dicen... el uno para el otro... para encontrarnos en la vida y amarnos sin pretextos, sin miedos, sin dificultades... para coincidir justo en el momento de querer entregarnos el uno al otro... y simplemente ser felices...
¿Y si... volvemos a nacer? Y si te dejo pistas para encontrarme... (digo, porque yo soy un poco mayor)... y si te digo que naceré en Chiapas, que estudiaré la primaria en el colegio “La Salle”, que los domingos me encontrarás en el parque de siempre jugando con mi bicicleta... que viviré en la calle Laurel, en la casa de ladrillos de la esquina, número 205... ¿y si te atreves a buscarme? ¿y si simplemente... te atreves? Talvez nos miremos a los ojos y ya sepamos eso que las almas gemelas saben cuando cruzan sus miradas por primera vez... talvez nos enamoremos y nos juremos amor para siempre... ¿y si es así? ¿Y si nos enamoráramos? ¿y si vivimos intenso el presente? ¿y si seguimos juntos? porque lo demás no importa... ¿y si caminamos juntos por la playa y jugamos a perseguirnos?... y dejamos que la espuma del mar nos moje los pies... ¿y si convertimos la arena en bolas de nieve y comenzamos una batalla que culmine en un abrazo revolcados en la arena? ¿Y si ...?

Hoy hay luna llena... sólo quiero contarte que la casa que construyen frente a la mía ya casi la terminan... cuando llegué aquí apenas llevaban los cimientos... cómo se pasa el tiempo... te extraño... y ahora escucho a Tiziano Ferro y su “No me lo puedo explicar”... y te pienso... y confieso que yo tampoco me lo explico... Mejor te cuento que estoy tomándome un vaso de leche fría con Nescafé y comiendo los roles glaseados que tanto me gustan... sí, ya sé que debo dejar de comer esas cosas.. que quizá los repentinos dolores en mi estómago sean por la gastritis... (magia...... en este momento cruzas la puerta de la habitación y me pides que apague mi cigarro, que no me hace bien, por eso de la gastritis, y te doy gracias por el masaje en mi espalda y por limpiarme los oídos con tus dedos...) y justo contigo detrás de mí, recargando tu barbilla en mi cabeza y observando el monitor de mi computadora, te platico que hace unos instantes tuve un recuerdo... nos vi ahí... en la sala de nuestra casa de la playa... sentados frente al televisor... con la torpeza de las manos arrugadas queriendo dominar el control remoto... mientras nuestro snauser duerme rendido sobre el tapete... ya está muy viejo... me paré para ir a la cocina por tus pastillas y tu vaso con agua... y no encuentro mis anteojos... y el bastón es tan torpe que cada vez me tardo más... pero tu no me dices nada... sólo sonríes y me miras como siempre... como la primera vez que nos vimos... hace ya tantos años... ¡hey! ¿Recuerdas esa foto?, ¿la que está sobre el televisor?... ¿en que viaje fue? ¿Es Italia o París? Ya no me acuerdo... y te ríes... porque siempre que no uso mis anteojos te ríes... me ves fruncir la cara para poder enfocar las cosas... creo que es París... en Campos Eliseos... cuando el viento en travesura se llevaba tu gorro para el frío... mientras yo corría tras de él... como reímos ese día... se repetía lo del día en que el viento se llevaba tu pareo en la playa ¿te acuerdas? Y esa tarde en París... tu queriendo sacarme una foto y no sabías que hacer con tantas bolsas de compras... te saliste con la tuya y te compraste un nuevo par de lentes de sol... y es que tenías cierta manía con los lentes de sol... mira que comprártelos en pleno invierno... cuando hasta el sol se escondía del frío...

Una lágrima se resbala por mi rostro mientras disfruto el sabor del pan dulce en mi paladar... ¿Y si nos damos una oportunidad? ¿Y si nos tiramos en la playa a leer nuestros libros? (la última vez que fuimos a la playa no los leímos ¿recuerdas? y todo por...) ¿Y si dejas los miedos a un lado? Quizás si corremos el riesgo descubramos que podríamos ser el uno para el otro... Si ya sé... que sólo el tiempo lo dirá... pero qué quieres... me gusta soñar... Yo ya no entiendo nada... sólo se que me gustas mucho... Nos miro de nuevo... en esa sala donde por la ventana se asoma el océano que apenas logramos ver, porque el cansancio me ha impedido salir a cortar la hierba del jardín... Tómate tu pastilla... vamos... sabes que la necesitas... ¿ya ves? Te dije que era Paris... te acordaste al fin... ¿cómo le haces? Cómo puedes, a pesar de tantos años, seguir derritiéndome con esa mirada... ¿qué haces que aún me provocas temblar? ¿Y si dejamos que crezca más la hierba del jardín? Que crezca hasta que nos rebase... así tendremos un buen pretexto para pasar ahí un día entero... quizá el domingo. Tu limpiarás el lado izquierdo... yo el otro... y ya sé... nos encontraremos en el medio... pero allí no podaremos... ahí podremos hacer el amor entre la maleza sin que nadie nos vea... ¡Claro que sí mujer! Que seamos un par de viejos no nos impide sentir... gozar de nuestros cuerpos arrugados... amarnos... ¡ah cómo nos amábamos siempre entre las sábanas y decíamos ser los mejores cómplices! ¿te acuerdas?... después podríamos comer una ensalada... ¡sí ya sé!... con jamón serrano y aceitunas negras... creo que ya me gustan las aceitunas negras... ¿y cómo no? tras todos estos años... ¿Recuerdas el día que te llevé a Venecia? Ese día comimos aceitunas negras... y que no te terminaste la pasta y la pediste para llevar... Tu bolso olió a pasta durante un par de días... esa misma noche el auto se nos quedó encerrado en el estacionamiento... no sabíamos que cerraban temprano... ¡Ah, cómo se nos iba el tiempo y ni nos dábamos cuenta!... la pasábamos tan bien tu y yo... todavía recuerdo el día que nos conocimos... entre tantas cosas me dijiste que te gustaba el azul... y es que azul fue nuestra historia... ¿tomaste ya la pastilla? Vamos tómala... no hagas trampa... que es la hora de dormir... ¿yo? No, yo no quiero dormir... no mientras este a tu lado... ya descansaré cuando me muera... hoy no.. hoy velaré tu sueño, además ya sabes de mi insomnio... vamos ya a la habitación y dejemos los recuerdos para otra tarde...

Huele a tierra mojada... te pienso... y me pregunto ¿es temor lo que sientes? ¿a qué le tienes miedo? ¿porqué no arriesgarse?, ¿Porqué no caminar juntos, tomados de la mano?... ¿porqué no vivir el presente?... porque esperar a volvernos viejos y tomar pastillas para poder dormir... porque quizá si nos volvemos viejos tu y yo no estemos juntos en el retrato encima del televisor.. . quizá ni exista esa fotografía... y quizá me convierta en un anciano que se pasará la mayor parte del tiempo durmiendo... porque ¿a quién le velaré el sueño? ¿a quién le llevaré sus pastillas? ¿con quién haré el amor en la locura de los años? ahí, entre la maleza... con la luna llena y el mar como testigos... ¿a quién?... No seas cobarde y atrévete... ¡vamos! ¿qué esperas? Yo solamente quiero amarte... gozar de este presente... caminar contigo por el jardín o por la playa... dejar que nos rebase la noche y disfrutar la luna y tu sonrisa... sólo eso... caminar juntos... tomados de la mano... dejando nuestras huellas en la arena mojada... con el viento golpeándonos los cuerpos... ¡hey mira! el viento se lleva tu pareo... yo voy por él... ¿de qué te ríes? no es gracioso... vamos... ayúdame... corre conmigo... ven acá... a mi lado... mira nuestras huellas... ¡mira como las moja el mar y no se borran!... ¿porqué será?... ¿será magia?... ¿qué? ¡puede ser!... ¿de que te ríes? me conoces... sabes que me gusta soñar... Sí, yo creo que es magia... porque ahí siguen nuestras huellas... míralas... y mira... ese azul tras el horizonte... es como nosotros... infinito... ¿cómo? Si... yo también te amo... lo sabes... pero vamos... sigamos caminando... a ver hasta donde llegamos... quizá nos perdamos... quizá le demos la vuelta al mundo si seguimos la orilla del mar... quizá nos volvamos viejos... quizá... vamos... esta vez sostén bien el pareo... ¿fue divertido verdad? Sí... lo sé... algún día, de viejos, nos acordaremos de esto... pero vamos, toma mi mano... eso es... no me sueltes... y tan sólo sigamos caminando... lo demás no importa...