miércoles, julio 28, 2004

Entre el ocaso y el alba... un grito...

Entre el ocaso y el alba se quedó atrapada mi sonrisa...
El frío de la madrugada me lesionó el alma... me raspó el ánimo y la cordura...
y se me quedó un grito atorado en la garganta...


“Hay gritos que explotan,
hay gritos que se callan... otros que revientan por dentro...
hay gritos que se sienten... que lastiman... que se estancan...
Uno se guardó hoy en mi pecho...
me quemaba la garganta...
Los gritos nos acompañan a donde nadie puede entrar...
a donde nadie puede callar...
Puertas de universos desafiantes...
bisagras entre el dolor y la ausencia...
duda, esperanza,  dolencia...
sabor... salida... voz de lágrimas prisioneras...
Nos bañan en un rito de clemencia
y nos dicen la verdad...
No hay engaños... ni hipocresía...
El mundo es como es...
La vida es como es...
Nos arrolla o nos empuja...
nos premia o nos lacera......
Pero sigue siendo como es...
y grita... en nosotros, en ti... en mi...
y no calla...
Nos rebasa y de nosotros se apropia...
y sin darnos cuenta... sus victimas nos volvemos...
y caemos... y golpeamos el silencio...
Grito que sana... que ahuyenta... que llora...
...que pasa...todo pasa...
milagro de nuestros miedos...
vómito de lo incierto...
Este grito es mío.. es de todos...
Y libre me siento
cuando grito el silencio...
cuando callo el estruendo...
Y libres nos sentimos...
cuando nos tragan nuestras palabras...
cuando nos devoran nuestros fantasmas...”
 
Carlos M.