jueves, febrero 24, 2005

Mar adentro

Mar adentro, mar adentro;
Y en la ingravidez del fondo donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.
El abrazo más pueril y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos en un único deseo.
Tu mirada y mi mirada como un eco repitiendo,
sin palabras: "más adentro, más adentro"
hasta el más allá del todo, por la sangre y por los huesos...
Pero me despierto siempre y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca enredada en tus cabellos.

(De la película "Mar adentro" de Alejandro Amenábar, sobre la vida de Ramón San Pedro.)

Anoche fui con mi viejo al cine y reflexionaba al final de la función que...

En ocasiones la vida puede doler hasta la médula y es entonces cuando la muerte se asoma como una ventana infinita a la libertad (ser libre del cuerpo, de leyes, del sufrimiento... de uno mismo y sus temores y desdichas)... escapar rumbo a mar adentro... donde nos trague la gran boca de agua, ese refugio de fantasmas mojados, esa bodega de sal azul... escapar de nuestros propios infiernos... y es que en ocasiones, para algunos, la muerte puede llegar a ser eso único que dé sentido a sus vidas...

Muy buena película, me gustó mucho... se las recomiendo. Les dejo un abrazo del lado izquierdo...